Paul está casado con Sali. Todo sería perfecto si pudieran tener un hijo. Un día, Sali recibe la llamada que estaban esperando desde hace tanto tiempo: su expediente de adopción es aprobado. El niño es precioso, tiene 6 meses, se llama Benjamin, es rubio con ojos azules... y es blanco. Para la familia de Sali, de raza negra, esto supone un gran choque.
En esta segunda parte de la "Trilogía marsellesa", Fanny enamorada y abandonada descubre que espera un hijo de Marius. Aconsejada por su madre y por el padre de Marius, César, acepta casarse con un rico comerciante del Vieux-Port, Honoré Panisse, 30 años mayor que ella, que acepta reconocer a su hijo.