Narra la historia de Karl Koch, un hacker alemán conocido como Hagbard Celine, que en los años 80 vendió información al KGB en plena guerra fría. Sufría adicción por la cocaína y al que se le volaron los patos con el número 23 (tan recurrente en el cine y los paranoicos).En la historia se puede ver como el protagonista se relaciona con el Chaos Computer Club, el momento en el que decide escribir un troyano