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Manuel tiene 23 años, es independiente y su única compañía es un perro pitbull. Una mañana conoce a Margarita, una mujer que le dobla la edad y con quien se acuesta en un motel cercano, recibiendo el primer anilingus de su vida. Confundido entre el placer y el miedo, Manuel reflexiona sobre sus prejuicios, su masculinidad y su identidad.