Farmacéutica
Chusa vuelve del “moro”. No ha tenido suerte en las aduanas. Sin posibilidad de hacer negocio y sin mercancía, Chusa recurrirá a sus amigos para viajar a Marruecos a por mas “chocolate”. Las cosas sencillas no lo son tanto si dependen de las complicaciones que las relaciones humanas pueden generar, o por ejemplo que una virgen no sirva para "ese" trabajo.
Vecina C
Don Honorio Sigüenza, un cuarentón que ha sufrido durante años la tiranía de su madre, sufre una radical transformación a la muerte de ésta, y tiene una serie de aventuras amorosas ante el horror de una prima suya que siempre había esperado casarse con él.
Perla
Federico es cajero en una sucursal bancaria. Su vida es bastante aburrida, rutinaria, gris. Lo que no sabe es que todo eso está a punto de cambiar cuando un buen día cae sobre su coche un presunto suicida. Antes de que le dé tiempo a reaccionar aparecen unos hombres que recogen el cadáver y lo meten en el maletero de otro vehículo. Algo huele a chamusquina. Tiene toda la pinta de que el pobre Federico está en medio de algo muy gordo.
Portera
Gloria, un ama de casa frustrada, malcasada y adicta a las anfetaminas, vive en una casa de vecinos de un barrio humilde con su marido, que es taxista, sus hijos y su suegra. Compagina las labores del hogar con el trabajo de asistenta en otras casas.
Monja
"Con el trágala, trágala, trágala... Con el trágala, trágala, perro!" era el estribillo de una tonadilla a la que se le ponían letras diferentes, por lo general satíricas, y que cantaban los mendigos por las plazas y mercados de Madrid, allá por el último tercio del siglo XIX, con objeto de recibir unas monedas del auditorio... Estamos en los convulsos tiempos de la 1ª República Española , días para revoluciones y, también, para milagros, para clericales y para los dispuestos a la quema de los conventos... A La Monja de las llagas, enclaustrada en un convento de la capital española, un día le aparecen los estigmas de Cristo: primero en las manos y pies, luego en el costado... Credulidad en unos y sospechas en otros.
Aunt Carmen
José Sirgado es un director de cine de bajo presupuesto cuya adicción a la heroína distorsiona su perspectiva del mundo real. Aunque es un individuo depresivo e inestable, su ánimo mejora al recibir las misteriosas películas de Pedro, con el que comparte su pasión por el cine.