Rush Williams es un popular locutor y DJ radiofónico, y padre viudo de cuatro hijos malcriados. Cuando Rush es repentinamente despedido de su trabajo poco antes de navidad, él y sus hijos deberán dejar atrás una vida de lujos y apretarse el cinturón.
“Sin frenos” nos relatará la historia Wilee (Joseph Gordon-Levitt), un mensajero de Nueva York. Esquivar coches a toda velocidad, taxistas enloquecidos y ocho millones de peatones malhumorados forma parte de su día a día, pero él es el mejor entre los ágiles y agresivos mensajeros en bicicleta de Nueva York. Hay que ser de una raza especial, con una mezcla a partes iguales de pericia y chifladura, para conducir una fixie –bicicleta superligera, sin cambios ni frenos— arriesgándose a convertirse en una mancha más sobre el pavimento cada vez que se mueve entre el tráfico de la ciudad. Pero un tipo que está acostumbrado a arriesgar su vida continuamente, está a punto de enfrentarse a peligros aún mayores cuando su última entrega del día —lo que en principio parecía un servicio premium rutinario— acaba convirtiéndose en una persecución a vida o muerte a través de las calles de Manhattan.
Danny (Paul Rudd) y Wheeler (Seann William Scott) son comerciales de una bebida energética. Tras estrellar el vehículo de la empresa son arrestados, y sentenciados a completar 150 horas de servicio a la comunidad haciendo de mentores de niños. Mala idea...
Amanda Woods (Cameron Diaz), una chica americana que posee una próspera agencia de publicidad especializada en trailers de películas, vive en el sur de California y acaba de romper con su novio (Edward Burns). Por su parte, Iris Simpkins (Kate Winslet), redactora de la popular columna de bodas para el London Daily Telegraph, vive en una encantadora casa de campo en Inglaterra y sus relaciones con los hombres tampoco son fáciles. A través de internet llegan a un acuerdo para intercambiarse sus respectivas viviendas durante las Navidades.