Linda recibe como herencia un taller de mecánica racing que está a punto de irse a la quiebra. Para salvar el taller, ella decide participar de una competencia que tiene un premio en efectivo y contrata a Luis, Alex y Walde, los talentos de un programa de televisión enfocado en el mundo de la aceleración, para arregelar el carro de su padre. Lo que Linda desconoce, es que estos supuestos mecánicos son solo actores sin ningún tipo de conocimiento de mecánica racing.