Kenji, abandonado por su madre, vive entregado a una pobre existencia realizando insignificantes trabajos, como hacer de taxista para bailarinas de bares y sus clientes. Al mismo tiempo, cuida de la hermana de un antiguo amigo que está en la cárcel y de un inmigrante ilegal. Pero su vida da un giro cuando se encuentra con Chiyoko, su madre.