Rosario Russo, de origen italiano, está perfectamente integrado en su nuevo hogar cerca de Frankfurt, donde dirige un restaurante y un hotel. Pasa desapercibido porque ha cambiado de identidad y habla un perfecto alemán, pero, con todo, su pasado no desaparece. Un día, su hijo Diego, olvidado y prófugo, aparece en la puerta de casa, y su pasado, de repente, vuelve a perseguirle. Ahora la ordenada y próspera vida de Rosario se precipita con memorias del pasado que resurgen y le envuelven.
La joven Emma va a pasar unas vacaciones con su novio a la finca familiar. Cuando están a punto de emprender el viaje, le dice que está embarazada y él reacciona de forma inesperada y negativa. Decepcionada, Emma da por rota la relación. Aún así, decide tener el bebé y criarlo ella sola cuando nazca. Pero las complicaciones parecen ir en aumento y, durante su estancia en la finca, descubre que su familia tiene problemas financieros.
Michael y Bruno son medio hermanos, pero son totalmente diferentes. Sólo tienen en común una madre que nunca se ocupó de ellos y que siempre los dejó al cuidado de sus abuelas para seguir pasándolo bien. Michael es un biólogo molecular introvertido que no parece interesarse por otra cosa que no sea la investigación genética. Bruno es esclavo de sus fantasías sexuales y paga por hacerlas realidad. Todo cambia cuando los dos descubren el amor a los treinta y tantos años. Michael reencuentra a Annabelle, su novia de la infancia, y Bruno conoce a Christiane que comparte y disfruta de sus obsesiones sexuales. Sin embargo, el destino les juega una mala pasada: de repente, las dos mujeres enferman gravemente. Aturdidos por la noticia, Bruno y Michael tendrán que decidir si, a pesar de la situación, vale la pena mantener la relación con sus parejas o si es preferible volver a sus solitarias vidas.
Heavyweight Ludwig Burg doesn't have it easy among his stylish colleagues at the Düsseldorf advertising agency. To make matters worse, he was of course chosen for the Slim-O-Matic campaign on television. A diet in front of the camera, so to speak...