Thriller de ciencia ficción que se centra en un neurocientífico que, después de sufrir un accidente de coche y que en este muriera su familia, no se detendrá ante nada para traerlos de vuelta, incluso si eso significa enfrentarse a él mismo dentro de un laboratorio controlado por el gobierno, un grupo de trabajo de policía y las leyes físicas de la ciencia.
Dispuesto a comenzar una nueva vida, Sebastian Valmont, un brillante joven cuyo gusto por la anarquía amenaza con arruinar su futuro, acepta la oferta de su padre de mudarse junto a él y su nueva esposa a un lujoso piso de Nueva York, y asistir a la prestigiosa secundaria Manchester. Pero todo su oscuro pasado no puede prepararlo para los maquiavélicos planes de su malvada hermanastra, Kathryn, quien no se detendrá hasta conseguir lo que quiere: destruirlo. Buscando un refugio al hostil hogar, Sebastian, que ha decidido dejar el pasado atrás y ser un hombre de una sola mujer, acaba por enamorarse de Danielle, la dulce hija del director de la escuela y cuya inocencia le vuelve loco. Sin embargo, una vez más, la verdad sale a flote: en los juegos sexuales, la única regla es no enamorarse.
De niño, a Richard le fascinaba la ciencia, su familia y Arline, una compañera de escuela. Pero Arline contrajo la tuberculosis. Con la esperanza de curarla, Richard se dedicó a estudiar a fondo su enfermedad. Cuando Arline empezó a restablecerse, se casaron. A Richard, que trabajaba en la universidad, sus estudios y la guerra lo llevaron a Los Álamos para trabajar en el Proyecto Manhattan.
Un ser humano y dos robots deben ver películas terrestres malas para comprobar si el experimento del Dr. Forrester dará resultado: él pretende conquistar el mundo estupidizando los cerebros humanos a través de estas películas. Cada episodio muestra una película y las pequeñas siluetas en negro de los tres espectadores, que hablan constantemente, comentan y se ríen de tal o cual detalle de la pantalla. En la versión fílmica la película elegida fue This Island Earth (1954), un filme clásico que realmente no era tan malo.