Mary Callery

Películas

Sing Street
Executive Producer
Cuenta la historia de Cosmo, un niño de 14 años que crece en el Dublín de los 80 y tiene la intención de huir de su complicado hogar. Compone canciones con su banda, como una forma de lucha y publica controvertidos vídeos musicales.
Amor en su punto
Producer
Oliver (Richard Coyle) es un conocido periodista gastronómico de Dublín en plena crisis sentimental. A pesar de que su columna sobre el buen comer y la búsqueda del alma gemela es un éxito en Irlanda, su vida amorosa es un desastre: todas sus relaciones acaban en fracaso. Cuando su última pareja lo abandona, conoce a Bibiana (Leonor Watling), una comisaria de arte española por la que Oliver se siente atraído desde el primer momento, a pesar de que no tienen nada en común. A ella la van las buenas causas, a él la buena comida. Mientras que ella es audaz en el amor y se lanza de cabeza a relaciones imposibles, a él le aterran los compromisos.
Cuando nace el amor
Co-Executive Producer
Tras una pelea en una cafetería, Clark Davis es condenado a ir a la cárcel. Gracias a un acuerdo entre el sheriff y la propietaria del local, se le conmuta la pena. Entonces tendrá que trabajar como peón para las hermanas Ellen y Cassie Barlow. (FILMAFFINITY)
Mi gran luna de miel
Executive Producer
A pocos días de su boda, Eve (Nicollette Sheridan) descubre que su marido la engaña con otra mujer. Cancela entonces el enlace y rompe su relación, pero decide hacer sola el viaje de luna de miel a un precioso castillo en Irlanda. Allí vivirá una inesperada aventura romántica con Sean (Greg Wise). (FILMAFFINITY)
Omagh
Executive Producer
Mientras toda Irlanda se preparaba en junio de 1998 para votar en referéndum el Acuerdo de Paz de Viernes Santo, un grupo de disidentes del IRA Provisional llevó a cabo un atentado con el fin de provocar la ruptura entre Londres y Dublín y el consiguiente abandono del proceso de paz. Este grupo, que se autodenominó IRA Auténtico, eligió para el atentado Omagh, una pequeña localidad en la que católicos y protestantes habían convivido pacíficamente a lo largo de los 30 años del conflicto de Irlanda del Norte.