La película refleja la vida relajada y disoluta de unos jóvenes burgueses parisinos ("godelureaux" significa en español "petimetres"). Todo comienza cuando Ronald (Jean-Claude Brialy) quiere vengarse de Arthur (Charles Belmont) por un encontronazo que ha tenido con su pandilla en el café Le Flore. Para ello se servirá de la bella Ambroisine (Bernadette Lafont).
Después de rodar una película en Hiroshima, una joven actriz francesa pasa su última noche en un hotel, en compañía de un japonés. Son dos desconocidos, pero lo que podría ser la fugaz aventura de una noche se convierte en un intenso idilio que hace que ella rememore un amor imposible vivido en Nevers (Francia) unos años antes. La relación amorosa se convierte entonces en un proceso introspectivo a través del cual la mujer reconstruye su pasado y revela sus sentimientos más íntimos a su compañero.