La joven y talentosa Elizabeth deja una exitosa carrera en el ballet por amor. El hombre que le ha robado el corazón, sin embargo, tiene un lado oscuro, y en un solo momento Elizabeth pierde todo lo que amaba en la vida.
El marido de Eliska la ha dejado por una mujer más joven. Hasta ahora se había ocupado de su exitoso marido, pero tiene que empezar de nuevo sin su apoyo económico.
El profesor jubilado Josef acepta un modesto trabajo, recogiendo envases retornables en un supermercado, para huir de la monotonía en la que vive con su mujer Eliska. Allí, pronto se convierte en un celestino, que empareja a sus solitarios colegas con clientas solteras y viceversa. Mientras Josef intenta arreglar una nueva relación, Eliska se pregunta por qué su marido no pasa más tiempo con ella.
Peter has a dream job. He’s a popular magician in a posh Prague nightclub, whose act draws more applause than the strippers. He’s got an eye-catching assistant who is ready and willing to cuddle his frayed nerves whenever necessary. But he’s also got Sylvia on his neck: a pert, scatterbrained sister who forgets that a toss in the hay may just be worth a wedding ring. Things take a turn for the better – or worse? – when he discovers he possesses extra - let’s say, supernatural – powers that enable him to see into the future, hear music by rubbing his finger over a CD, and God knows what. The problem? Peter can’t control anything any more like he used to – neither his magic act, nor his love life, nor his sister’s latest erotic fantasy.
Franka Louka es un concertista de violoncelo y profesor de renombre en la Checoslovaquia ocupada por los soviéticos. Al perder su puesto en la orquesta, no le queda más remedio que tocar en los funerales para sobrevivir. Pero ha contraído muchas deudas y no puede saldarlas. Por eso, cuando el señor Broz, el enterrador, le sugiere que resuelva sus problemas económicos casándose con una joven rusa que quiere conseguir la nacionalidad checa, acepta. Ella se aprovecha de esta situación para emigrar con su amante a Alemania Occidental, dejando a su hijo de cinco años con su abuela. Pero cuando la abuela muere, Kolya deberá vivir con su padrastro.