El suicidio de una mujer enloquecida, que tiene lugar a finales del siglo XIX, viene a tener consecuencias terribles en la época actual, como si un destino oculto y fantasmagórico moviera sus hilos para desencadenar una historia de terror, y hacer despertar de lo profundo el miedo mas incontrolable, envolviendo a nuestra protagonista en una pesadilla cuyo despertar amenaza ser su propia muerte.
La joven trapecista Alma forma parte del espectáculo de un miserable circo ambulante. En un acto de desesperación, Alma comete incesto con su padre, un payaso enfermo y obsesionado por la mujer que los abandonó. Decidida a tener a su hijo, Alma abandona el circo y se une al grupo de predicadores encabezado por Refugio, una mujer que hace funciones de títeres con pasajes bíblicos en barrios pobres.
Las historias de brujería que cuenta la cocinera de su casa despierta la imaginación de la pequeña Graciela, quien presume de que ella misma es una bruja ante su condiscípula Fabiola. Ante la incredulidad de su amiga, Graciela aprovecha una serie de circunstancias fortuitas para convencerla de que ha sido ella quien las ha provocado, valiéndose de sus artes mágicas. La inocencia de estos juegos adquiere un cariz macabro, cuando Graciela insiste en que Fabiola la invite a unas vacaciones en el rancho de su familia, en donde podrá preparar un veneno para las hadas.
La periodista Susy investiga el asesinato de una vedette. Su amiga Miriam y Darío, hermano de ésta, sospechan del dueño del cabaret donde trabajaba. El agente Columbo, novio de la periodista, también investiga y descubre que el asesino capturado es un vicioso pagado para culparse. La secretaria del dueño lo escucha reclamar a sus pistoleros por matar a tantos.
Una joven bailarina y actriz de cine es agobiada por grandes problemas familiares y esto se ve reflejado en su trabajo. Después de todo, la joven actriz puede triunfar y quedarse con la satisfacción de haber logrado dinero, fama y reconocimiento.