When Bruno, a filmmaker overwhelmed by alimony, receives an ultimatum from his editor to find a subject that help them with ratings, a political candidate appears.
Un hombre llamado Ariel Roth (Pablo Cerda) está a punto de cumplir 35 años y, con sus ritmos, sus manías y su comodidad, no ve venir que el mundo opina que debe moverse del lugar donde está: en unas horas, por “inmaduro”, es dejado por su novia y también por ¡su amigo! ¿Se moverá Ariel hacia donde quieren los demás? Velódromo se presenta como “una comedia existencial santiaguina”. Y los temas de esta comedia son la edad, el trabajo, los amores, las películas (que Ariel baja de Internet y ve en su computadora) y la posibilidad de ser como se quiere ser. Ariel no le pide mucho a la vida. ¿Acaso eso es mucho pedir? Fuguet cree en las películas narrativas, nada anémicas, en las películas que se mueven, y sabe que hacer cine es también hablar de éste. Velódromo es una comedia quejosa pero no cínica, con un uso brillante del digital para los exteriores santiaguinos, que todo el tiempo parecen reflejar una luz particular, hermosa en su fragilidad y también hermosa en su plenitud.
La historia se centra en Martín, un adolescente fanático del juego, quien tras participar de un importante torneo descubre un símbolo que le permite acceder al portal que une el mundo de los mortales con mundos de otras dimensiones.
Accidentalmente su amiga Sofía traspasa el portal y es atrapada por Cronos, dios del tiempo, quien pretende dominar el mundo de los humanos.
¿Qué pasa en una familia cuando llega una integrante ausente por largos años? Y más aún cuando esa integrante es "la hija de la amante" del eje central de la familia. Éste es Isidoro (Pepe Soriano) un octogenario miembro de una comunidad judía de Valparaíso quien decide celebrar su "Bar Mitzvá", aún cuando sus 13 años quedaron muy atrás. Y en esta especial ocasión quiere contar con sus tres hijos. Los dos hombres, que siempre han estado a su lado: Carlos (Pablo Krögh), líder de la comunidad, muy apegado a las tradiciones y Rubén (Alejandro Trejo) más relajado. Pero además, hace venir desde México a su hija Emilia (Ana Serradilla), fotógrafa y ajena, absolutamente, a lo que ha sido este núcleo y cuya presencia causará interesantes reacciones en los miembros de él.