Duke Anderson es un ladrón que acaba de cumplir una pena de diez años de cárcel. Se reúne con su antigua novia Ingrid en su apartamento para preparar el robo de un edificio entero. Lo que ignora es que, aunque no es objeto de vigilancia policial, todos sus movimientos están siendo grabados.
Durante la Guerra Fría, por un error informático un escuadrón de bombarderos del SAC es enviado a destruir Moscú, el presidente de los Estados Unidos (Henry Fonda) trata de hacerlos volver, pero el sofisticado sistema de seguridad impide abortar el ataque, así que debe convencer a la Unión Soviética de que no contraataque.