Battlestar Galáctica: Sangre y Metal está ambientada en el décimo año de la Guerra Cylon. Mientras la batalla entre los humanos y su creación, una raza robótica despiadada y casi perfecta, se desenvuelve a través de los doce mundos coloniales, un valiente piloto novato entra en escena. Se trata de William Adama (Luke Pasqualino, Skins), que recién cumplidos los 20 años y tras graduarse en la academia militar, se verá asignado a la nueva nave estelar de la flota colonial... la Galáctica. El talentoso, aunque adicto al riesgo, piloto se encontrará muy pronto liderando una peligrosa misión secreta que, si tiene éxito, permitirá cambiar las tornas de la larga década de guerra en favor de los desesperados humanos. Battlestar Galactica: Sangre y Metal es una precuela de la serie reinventada Battlestar Galactica. La distribución comenzó como una serie de episodios online y más tarde se fusionaron como esta película para televisión tras cancelar la serie en el episdio 10.
Un psiquiatra (Kevin Spacey) tiene entre sus pacientes a importantes estrellas de Hollywood. Todo le va bien en el plano profesional, pero tendrá que afrontar una compleja situación personal que puede arruinar su vida.
Félix De La Pena es el conductor de un coche blindado que lucha por llegar a fin de mes por su mujer Marina (Rosie Pérez), y sus dos hijos, en el barrio de Boyle Heights de East, L.A. Pero sus vidas se convierten en un caos cuando Félix sobrevive milagrosamente a un violento asalto en el trabajo liderado por Adell Baldwin (Tyrese Gibson), un despiadado criminal lleno de avaricia. Ahora que se enfrenta a una difícil recuperación y tiene que luchar contra sus cambios de humor, Félix se obsesiona por seguir la pista y dar con sus atacantes antes de ser encarcelado por crímenes cometidos por otros.
“I Am Victor” follows a skilled but morally corrupt and narcissistic divorce settlement lawyer who finds himself framed for a series of brutal murders thus starting his own investigation to find the killer.