Evan Law

Cuando su esposa e hija son asesinadas sin sentido, un hombre afligido se encuentra atrapado en una guerra entre un grupo de vigilantes carismáticos y el crimen que infesta su ciudad.

Un vida de un hombre se convierte en un caos cuando sus violentos sueños comienzan a mezclarse con la realidad.

Simon Keller (Cusack), un ladrón americano llega a un país extranjero con la necesidad de hacerse con algún conductor que le ayude en sus golpes. En lugar de contratar algún conductor de medio pelo, decide contratar los servicios de un instructor ex campeón de F-1, Peter Roberts (Jane). Durante su primera lección, Keller roba un banco y Roberts no tiene más remedio que utilizar su talento en la conducción para alejarse de la policía y los mafiosos que quieren hacerse con el motín.

El veterano mercenario Samson Gaul sabe que en el fragor de la batalla cada bala cuenta. Cuando sus acciones dieron como resultado la muerte de víctimas indefensas se retiró pero ahora es la última esperanza de Andrew Fayden un padre desesperado. Fayden sabe luchar pero solo no está preparado para encontrar a su hija en las corruptas calles de un país extranjero. Juntos, ambos guerreros, no se detendrán ante nada para destrozar la red criminal que se aprovecha de los inocentes.

Un hombre crea una lista de gente a la que querría eliminar durante una borrachera, en compañía de un extraño. Cuando las personas marcadas comienzan a fallecer, deberá hacer todo lo posible para localizar a aquel misterioso compañero nocturno.

Quien hace tiempo fuera la sensación de la ciudad, Liam Case (Gooding, Jr.), ahora es un hombre olvidado, un héroe cuya fama le ha abandonado. Con la esperanza de recuperar su antigua gloria, intenta frustrar un atraco a un banco, pero resulta tiroteado. Mientras se recupera de sus heridas, Liam jura venganza y empieza la cacería por su cuenta, llegando a un impactante momento culminante que confirma el viejo proverbio: los héroes no nacen, se hacen.