Luis
Nerea es una chica que vive con su madre en una ciudad donde todavía no ha hecho muchos amigos. Con el fin de que Nerea conozca gente de su edad y salga de sus cuatro paredes, su madre la convence para que se vaya con un grupo de jóvenes vecinos a pasar un fin de semana a la Sierra. Esto no le gusta nada a algunos miembros del grupo y Nerea no lo tendrá nada fácil para hacer amistades. Cuando se acercan a la casa rural que han alquilado, empiezan a descubrir cosas extrañas. ¿Tendrá algo que ver con un viejo Altar que encuentran en una cueva cercana? Pronto se dan cuenta de que se han metido en una aventura de la cual no será fácil sobrevivir.
Sr. Urquía
Zarko (Roman Luknar) es un joven inmigrante rumano ilegal, perdido en Bilbao. Se hace amigo de un viejo amigo jubilado, Goyo (Txema Blasco) que se resiste a abandonar su casa, en una zona industrial depauperada, codiciada por unos constructores sin escrúpulos. Salva (José M. Cervino) uno de los socios en la operación urbanística, con la promesa de conseguirle un pasaporte en regla, da empleo a Zarko: un trabajo humillante en el restaurante de su socia Maite (Carmen Elías), colaborando en sucias maniobras de extorsión destinadas a cobrar una antigua deuda. Una noche Zarko escribe una frase en una valla publicitaria de un horrible apeadero cuando aparece Inés, una joven fotógrafa. Animada por su amiga (Iciar Bollain) vuelve al apeadero y completa la frase para conseguir una cita en un bar de Bilbao. La relación que surge entre ellos significará la única posibilidad de él para salir del ambiente de delincuencia al que está abocado. Inés le ofrecerá su amistad e incluso, tal vez, su amor.
Barman
Un hombre de sospechosa actitud entra en un bar en el que solo están presentes un camarero y otro cliente y pide un refresco de naranja, una Mirinda, muy fría; pero después se niega a pagar ofreciendo un argumento sorprendente.