Madigan y Bonato son dos policías veteranos que se ocupan de los más duros trabajos callejeros. Durante una operación rutinaria, se les escapa un delincuente que está siendo buscado por toda la ciudad. Su jefe, indignado por su negligencia, les da un ultimátum: deben encontrar al fugitivo en un plazo de 72 horas, antes de que la opinión pública se entere.
Estando en alta mar, el pescador griego Dmitrius (Sal Ponti, bajo el pseudóimo de Anthony Hall) encuentra a una joven a la deriva y la rescata. La chica afirma ser Antilea (Joyce Taylor), princesa de la mítica ciudad de la Atlántida. Dmitrius promete llevarla de vuelta a su hogar, y pronto se enamora de ella.
El abogado Thomas Farrell presta sus servicios a Rico Angelo, el gángster más poderoso de Chicago. Un día, se enamora de Vicki Gaye, una bailarina que acude a todas las fiestas de la mafia. Aunque Farrell intenta dejar de trabajar para Rico Angelo, éste se lo impide amenazando a Vicki.
Eric Hartman, un espía que trabaja para los comunistas, recibe el encargo de secuestrar al doctor Macklin, un físico nuclear canadiense, para llevarlo al otro lado del Telón de Acero.
Un reportero fotográfico se ve obligado a permanecer en reposo con una pierna escayolada. A pesar de la compañía de su novia y de su enfermera, procura escapar al tedio, observando desde la ventana de su apartamento con unos prismáticos lo que ocurre en las viviendas de enfrente. Debido a una serie de extrañas circunstancias empieza a sospechar de un vecino cuya mujer ha desaparecido.
Un cómico de cabaret es contratado para suplantar a un espía internacional en Tánger. Allí conoce a la bella novia del suplantado, una espía que se halla en tratos con su enemigo.