Alan Mitchell (Kerwin Mathews) vuelve a Nueva York para trabajar para su padre Walter (Lee J. Cobb), propietario de una casa de modas que diseña y fabrica sus propios vestidos. Para librarse de los sindicatos, Walter tiene contratado a Artie Ravidge (Richard Boone), un tipo duro que mantiene a sus empleados a raya.
Un extraterrestre que procede de un planeta en crisis llega a la Tierra, pero necesita beber sangre de sus habitantes para sobrevivir. El alienígena en cuestión protege sus ojos con gafas negras, que solo se quita para asesinar a sus víctimas. Además, tiene la suerte de que una enfermera le proporcione frecuentes transfusiones; sin embargo, acaba llegando a la conclusión de que este planeta no es un lugar apacible para vivir...
Bill y Sam son dos hermanos muy diferentes. Bill decide separarse de Sam y emprende un viaje a Denver, en donde encuentra trabajo como conductor de una diligencia. Por su parte, Sam entra en contacto con un maleante, dueño de un salón. Ambos acabarán en lados opuestos de la ley, y el enfrentamiento será inevitable. (FILMAFFINITY)