Esta película refleja la vida de un joven punk llamado Stevo, interpretado por Matthew Lillard, de ideología anarquista (aunque entendida como caos, sin relación alguna con la cultura anarco-punk actual), a mediados de la década de 1980.
Molly es una bailarina exótica que aparece muerta con una zanahoria introducida en su cuerpo. Tres detectives investigan a su círculo más íntimo para averiguar quién la mató y por qué razón.