Writer
La testaruda Kenza vive con su padre Ouira y su abuelo Weljo en un patio de demolición de autos en el campo de Curazao. Los dos hombres son opuestos que no atraen particularmente: Ouira es un oficial de policía decidido y racional, mientras que Weljo se identifica con los habitantes originales y la espiritualidad de la isla. Mientras Weljo desea preparar su paso al mundo de los espíritus, la relación entre Ouira en Weljo comienza a escalar y Kenza, de once años, busca su propio camino entre los dos extremos. La mentalidad realista y evasiva de Ouira ya no le ofrece todo lo que necesita y poco a poco se abre a las tradiciones más místicas y reconfortantes de su abuelo.
Scenario Writer
What do you do if you want to keep reality at a distance? You put a camera in between, just like the boy that unrelentingly lets his camera run at his father’s funeral. His mother can order him to put the thing away as much as she wants, the son keeps capturing what his eyes don’t want to see and his heart doesn’t want to feel. In the process, the handheld perspective also represents the mourning of a child who’d obviously rather play than weep.