Felicia es una adolescente que ha vivido siempre en una aldea irlandesa. Cuando su novio Johnny emigra a Inglaterra para buscar trabajo, Felicia lo sigue, sobre todo porque está embarazada. Cuando llega a Birmingham conoce a Joseph Ambrose Hilditch, el meticuloso gerente de una empresa de comidas.
El bullicioso abuelo de Daniel, el señor Johnson (George Kennedy), tan peligroso como su nieto, se traslada temporalmente al domicilio de sus hijos porque considera que no dedica al niño el tiempo necesario. Juntos, abuelo y nieto, formarán una combinación tan explosiva que el pobre señor Wilson llega a pensar en mudarse a una ciudad diferente.