Set Dresser
Disaster movies tend to inhabit the close-but-not-too-close realm of the ‘what if?’, but Quentin Reynaud’s taut drama evokes a reality that is painfully immediate, as the world combusts around us. Alex Lutz (recently seen as the son in Gaspar Noé’s Vortex) plays a man determined to escape with his elderly father (the ineffable André Dussollier) from a wildfire that is rapidly approaching their forested area of southern France. The pair know all the local roads, and the secret detours, but when they are caught in a dead end, they seem to be running out of possible exits. At once road movie, claustrophobic jeopardy thriller and portrait of a prickly but tender father-son relationship, this finely acted and executed film expertly lays on the heat.
Property Master
Leïla de 16 años se despierta tarde como cada mañana. Pero justo hoy, no hay nadie que la presione. ¿Dónde están sus padres? Coge su bicicleta y atraviesa su barrio, vacío. Se ha ido todo el mundo. Ya pensaba que era la única superviviente de una catástrofe inexplicable cuando finalmente se cruza con otros cuatro jóvenes: Dodji, Yvan, Camille y Terry. Juntos tratarán de comprender qué ha ocurrido, y aprender a sobrevivir en un mundo que se ha vuelto hostil pero… ¿están realmente solos?
Set Dresser
En la noche del 16 de julio de 1942, 4.500 gendarmes del gobierno colaboracionista del Mariscal Pétain, que había firmado un pacto con Hitler y aceptado la ocupación de Francia por el ejército alemán, procedieron en París a una gigantesca redada, en la que 13.152 judíos fueron arrestados y posteriormente encerrados, en condiciones infrahumanas, en el Velódromo de invierno. Estaba previsto detener a 27.391 judíos, pero, aunque la mayoría de los franceses fueron colaboracionistas, una minoría participó en la Resistencia, tanto pasiva como activa, frente al invasor. La desobediencia civil de muchos ciudadanos y de algunos funcionarios permitió escapar a buena parte de los que habían sido previamente fichados y marcados con la estrella amarilla.
