Tras pasar 10 años en prisión, el gánster Al Capone, de 47 años, comienza a sufrir de demencia y su mente comienza a ser acosada por los recuerdos de su violento pasado.
La secuela nos muestra a Burt Gummer y a su hijo Travis en una estación de investigación remota, donde deberán enfrentarse a los Graboides, que han sido convertidos en armas vivientes.