En un café al que acuden los trabajadores inmigrantes, Emmi Kurowski, una viuda de unos sesenta años, conoce a Salem, un marroquí treintañero. Inducido por la dueña del bar, Salem invita a Emmi a bailar, hablan, la acompaña a casa y, al día siguiente, se queda a vivir con ella. Esta relación provoca un gran escándalo, y las vecinas visitan al propietario del edificio para denunciar a Emmi.
Hans es un frutero ambulante que vende su mercancía por las calles de Múnich. Es un hombre fracasado y que ha perdido la autoestima, entre otras cosas porque tiene una madre dominante que siempre se ha mostado insatisfecha con él. Además, la mujer de su vida lo dejó plantado, y su fría y celosa esposa y su cínica hermana le han destrozado la vida. Su debilidad es tal que se deja arrastrar por la violencia y al alcohol...