Sevilla, 1977. En un momento en el que la homosexualidad es delito, Reme, una madre tradicional movida por el amor de su hijo, un adolescente aspirante a artista, se involucrará en el movimiento LGTBI andaluz, gestado paradójicamente en el seno de la Iglesia.
Laura, es una dibujante que ya no dibuja o que al menos ha apartado su sueño de vivir de ello por uno más realista pero bastante más triste: malvivir con trabajos basura. Esa inestabilidad laboral es aplicable también a otras facetas de su vida. Ha ido conformándose cada vez con menos, haciéndose más y más pequeña y ahora, sobre los treinta años, se descubre incapaz de tomar las riendas de su propia vida y llevarla por donde realmente quiere.