El francés Bruno Calgagni (Patrick Dewaere) ha sido encarcelado en los Estados Unidos por tráfico de drogas. Tras ser puesto en libertad, regresa a su país y busca un trabajo decente con la esperanza de empezar una nueva vida. Se aloja en casa de su padre (Yves Robert), un hombre amargado que le echa la culpa de la muerte de su madre, que, al parecer, no pudo soportar el dolor de que su hijo acabara en la cárcel. (FILMAFFINITY)
La historia transcurre en la casa del señor Argante quien en su afán de tener compañía se ha convertido en un hipocondríaco quien en todo momento cree tener algún tipo de enfermedad con la intención de reclamar cuidados de parte de su esposa, sus hijas y por supuesto, de su criada Tonina, pero cuando la terquedad del hombre es tal que decide casar a su hija Angélica con un médico sin importar el verdadero amor de la joven.
Secuela de "Les bronzés", también dirigida por Patrice Leconte. Ahora, tras la experiencia mediterránea estival de la primera entrega, el grupo de amigos se embarca en la aventura de los deportes de invierno. Por supuesto continuarán, al mismo tiempo, los problemas sentimentales y personales de los distintos componentes.
Las relaciones homosexuales de los miembros de la familia de tía Marta nunca han sido una preocupación para ella. Con el regreso a la casa de su hermano con su nuevo compañero, la enfermedad de Marta se complica, esto provocará que la nostalgia del pasado surja en la familia.
En algún lugar de un castillo barroco donde cae la noche, una pareja extraña da una recepción. Helen y David ofrecen hospitalidad a los jóvenes. Marie-Odile, tal vez la hija de Helen, es la primera en llegar, pero pronto se encierra en su habitación. David parece ansioso y busca continuamente a su hija adolescente; Hélène, sin embargo, echa en falta a Rafael. Después de una comida suntuosa, los cuerpos se buscan o se pierden por los pasillos. Una pareja de las lesbianas se pelea y se reconcilia torturando a Peter, reprimido voyeur, quizá también hijo de alguien de la casa. Raphael finalmente aparece y, con la complicidad de un amigo prepara a Marie-Odile para un rito de amor en la que será desflorada por los invitados. Hélène se cuela mientras en la cama de su hijo Felipe para celebrar su amor.