Kyoko, que no podía creer nada en el mundo y vivía una vida desolada, conoce a Katsuya Honda, quien ha sido asignado como aprendiz educativo. Está a merced de Katsuya, que es grosero y tiene un fuerte hábito, y poco a poco se siente atraída por ella. Sin embargo, sus padres la repudian a raíz de un incidente con su compañero malo. Es un castigo que he estado haciendo tanto como me gusta. Katsuya aparece frente a Kyoko, quien piensa que sí...
Sajô y Kusakabe son más o menos igual de altos, tienen la misma edad y van a la misma clase. Por lo demás, no puede decirse que tengan mucho en común. Kusakabe, de carácter inquieto y despreocupado, toca en un grupo de rock con sus amigos y deja pasar los días sin pensar mucho en el futuro. Sajô, en cambio, es un alumno modélico que no termina de encajar en ese instituto de macarras, al que nadie sabe muy bien cómo fue a parar. Un día, Kusakabe se da cuenta de que su compañero no canta en los ensayos del coro para intentar disimular su falta de oído musical, así que se ofrece a darle unas lecciones. Entre refrescos compartidos bajo el sol de verano, nace entre ellos un amor de adolescencia que crecerá con el devenir de las estaciones. De la mano, compartiendo sinsabores y alegrías, ambos se encaminarán hacia el final de sus días de instituto y el comienzo de la vida adulta.
En el día en que Touma Kamijou e Index ven el ascensor espacial de Ciudad Academia, Endymion en la distancia, se encuentran con una chica de nivel 0 con una increíble voz para cantar, Arisa Meigo. Mientras los tres disfrutan de su tiempo juntos después de la escuela, el mago Stiyl Magnus los ataca de repente. Su objetivo: Arisa. Touma se pregunta por qué una chica del lado de la ciencia sería el objetivo de alguien del lado mágico. En el caos del ataque de Stiyl, él le dice a Touma, Index y Arisa que ella podría causar una guerra entre el lado mágico y el lado científico.