Evaristo Signorini

Películas

Ringo and His Golden Pistol
La némesis de Ringo regresa a la ciudad y quiere vengarse por el asesinato de su hermano.
El horrible secreto del doctor Hichcock
Inspector Scott
El siniestro doctor Hichcock, un médico que vive una aparente vida cómoda y aburguesada, en realidad esconde un secreto que sólo comparte con su criada y con su esposa: la necrofilia. En uno de sus habituales juegos eróticos, en los que el marido narcotiza a la esposa hasta provocarle un estado cataléptico, ésta fallece y el doctor, mortificado por el sentimiento de culpa, abandona la mansión familiar. Años después regresa con su nueva esposa, quien desconoce los vicios ocultos de su marido. Tras su llegada a la mansión, la mujer será testigo de una serie de sucesos paranormales que, en apariencia, parecen estar relacionados con el fantasma de la primera esposa.
Los italianos están locos
Producer
Cuenta la huida de un grupo de italianos de un campo de concentración a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Wanda the Sinner
Production Manager
Un oficial de la Marina alejado ya del trabajo directo en los barcos y adscrito, en consecuencia, a un Ministerio. viene informado de que su esposa envía secretamente a potencias extranjeras diseños militares y proyectos que estaban bajo su custodia. Un cómplice avisa a la mujer quien empieza a tomar medidas para escapar: saluda a su hijito que está jugando y va a su habitación a preparar la maleta. Pero el marido vuelve rápido a casa; la mujer se encierra en la habitación y se suicida con una pistola...
La maschera di Cesare Borgia
El rey se divierte
Courtier
La hija del jorobado Rigoletto se enamora del rijoso rey del país y el drama estalla...
Darling of the Gods
Filipo Cardagno
Also known as Darling of the Gods, this was Emil Jannings' second talkie appearance. Jannings stars as famed operatic singer Albert Winkelmann, who is greeted with cheers, applause and romantic propositions whenever he performs in his native Vienna. But when he embarks on a tour of South America, tragedy strikes. The sweltering climate causes Winkelmann to lose his voice on stage, a disaster met with hoots and cat-calls. Dispirited he returns to Europe, where he soon learns that no one is aware of what happened in South America. Intending to retire so as not to be exposed to further humiliation, Winkelmann is goaded back on stage -- where, miraculously, his gorgeous voice returns.