Es Navidad y Daniel el travieso, con solo seis años, está haciendo una lista de regalos, comprobándola dos, tres veces y muchas más. Quiere encontrar el regalo perfecto para el gruñón de su vecino, el señor Wilson. Hará falta un milagro para dar con el regalo perfecto, pero un milagro es precisamente lo que encuentra gracias a la visita de un ángel cuya misión es transmitir el espíritu de la Navidad a todo aquel que lo necesite.
Mientras están en el crucero, Dennis, Joey, Margaret y Ruff encuentran a una princesa que está siendo hipnotizada, mientras que dos ladrones están detrás del anillo que lleva la princesa.
El bullicioso abuelo de Daniel, el señor Johnson (George Kennedy), tan peligroso como su nieto, se traslada temporalmente al domicilio de sus hijos porque considera que no dedica al niño el tiempo necesario. Juntos, abuelo y nieto, formarán una combinación tan explosiva que el pobre señor Wilson llega a pensar en mudarse a una ciudad diferente.
Daniel es un chiquillo inquieto que inunda la vecindad con ruidosos juegos. Un fin de semana que debe quedarse con sus vecinos, los Wilson, provoca un incidente que acaba con la paciencia del Sr. Wilson y le convierte en héroe involuntario al capturar a un ladrón de poca monta.
Daniel y sus amigos descubren un esqueleto de dinosaurio en el patio de su casa, llamada por Daniel como "Danielsaurio". El descubrimiento le hace la vida imposible a todos, como científicos, periodistas, y operadores de parques de atracciones invadido el barrio donde Daniel vive.