Alain Vannier

Películas

No. 7 Cherry Lane
Co-Producer
Ambientada en Hong Kong en 1967, una época de política compleja cuando todavía era una colonia británica. Ziming, un estudiante de literatura inglesa en la Universidad de Hong Kong, comienza a dar clases a la hermosa estudiante Meiling. Este empieza a tener sentimientos por la madre de la joven, la señora Yu, originaria de Taiwán. La lleva a ver películas, mientras su romance se desarrolla a través de filmes vistos en la pantalla grande.
I’m Glad My Mother Is Alive
Producer
An adopted boy who, as a taciturn adult, visits his birth mother and strikes up a relationship fraught with tension and emotion.
El traje
Associate Producer
Tres jóvenes rusos se divierten en una pequeña ciudad de la playa viviendo una aventura que tiene su origen en la adquisición, por parte de uno de ellos, de un traje nuevo.
La novena puerta
Co-Producer
Dean Corso (Johnny Depp) trabaja de forma confidencial, con sumo cuidado, dotado de una sólida cultura, nervios de acero y pocos escrúpulos. Su reputación le ha servido para recibir la llamada de Boris Balkan (Frank Langella), un apasionado de los textos demoníacos que quiere encontrar los dos últimos libros del legendario manual de invocación satánica De umbrarum regni novem portis: Las nueve puertas del Reino de las Sombras. De Nueva York a Toledo y de París a Sintra, Corso se verá inmerso en un laberinto lleno de peligro, tentaciones, aterradoras sorpresas, violencia y muertes inesperadas.
That Kid
Producer
Esta película puede entenderse como un contraplano de El niño salvaje de Truffaut (que fue productor de Ce gamin, là). Jean Itard, instructor del niño salvaje de Aveyron; violencia del adiestramiento y del esfuerzo desesperado del maestro por reducir el carácter extraño del niño inspirado por un ideal, ciertamente noble; y por otro lado, en Ce gamin, là; la puesta al día de “un trazar primordial”, un gesto (escritura o dibujo) que no viene guiado por ninguna intención, ni voluntad de representación, ni terapéutica, ni pedagógica, sino por la voluntad de saberse siempre en relación a los otros, aunque parezcan no decir nada.