En un futuro apocalíptico, después de un devastador holocausto bélico, dos naciones se enfrentan sin piedad para imponer su dominio. Una es partidaria del avance científico, mientras que la otra la rechaza. En medio de esta guerra se encuentra Warchild, un experto e invencible mercenario que pelea para una de las facciones. Después de una misión especialmente sangrienta, empieza a replantearse su trabajo.
Stevens es el perfecto mayordomo inglés, un ideal que lleva hasta el extremo al servicio de su señor, Lord Darlington. Como muchos otros miembros de la aristocracia británica en los años 30, Darlington es captado por los nazis para intentar establecer una vía de comunicación con el gobierno del Reino Unido. La señorita Kenton es el ama de llaves de la mansión, una mujer joven y llena de vida que contempla horrorizada lo que sucede escaleras arriba. A pesar de sus temores, ella y Stevens se van enamorando poco a poco, aunque ninguno de ellos quiera reconocerlo.
Finales del siglo XIX. Margaret Schlegel y su hermana Helen son dos mujeres cultas y emancipadas para la época en que viven. Su relación con la convencional familia Wilcox acaba en enemistad. Sin embargo, pasado cierto tiempo, se establece una estrecha relación entre Margaret y la señora Ruth Wilcox, quien, para disgusto de su familia, decide nombrar heredera de su mansión a la mayor de las Schlegel.
Carlin es trasladado de un reformatorio a otro tras haber dado una paliza a un funcionario. En éste se ejecuta un régimen brutal que hace aumentar la agresividad de los internos en lugar de mejorar su conducta. Los férreos funcionarios, apoyados por el director, animan a los veteranos más fuertes a oprimir a los débiles y que obedezcan todas las normas impuestas. Pocos se atreven a desafiar estas reglas.
This film tells the story of Ronald, an intelligent boy who wants to become an architect or surveyor. His cousins Paul and Jane cannot believe that Ronald has any awareness of building sites. In Paul's imagination, he and his sister set Ronald in a number of typical sites, to see if he can survive the hazards that kill and maim many children each year. Ronald eventually learns the hard way that he did not know as much about building sites as he thought.